En la última edición de los sanfermines de este año 2024, se han superado todas las cifras históricas de afluencia a los diferentes actos culturales de las fiestas, con un crecimiento del 27%. En palabras del jefe de la policía municipal, Toño Sánchez, “hubo más de un millón de personas el 6 de julio”.

 

Igualmente, se alcanzaron cifras récord en el uso del transporte público, la recogida de residuos, o el consumo de agua. No existen todavía datos oficiales de pernoctaciones en establecimientos hoteleros, pisos turísticos, etc., pero es de suponer que, si la afluencia a los actos ha sido tan elevada, también estaremos en cifras récord en ese ámbito.

 

Esta alta afluencia a la fiesta, tiene sin duda un alto impacto en términos de sostenibilidad ambiental. Confiamos en poder tener en breve datos oficiales del estudio que está impulsando el Ayuntamiento de Pamplona, pero a nadie se les escapa que será muy importante si tenemos en cuenta los miles de desplazamientos que se producen a la ciudad y dentro de ella, la enorme generación de residuos, gran parte sin poder ser tratados y reciclados a día de hoy, además de otros impactos como la suciedad generada en muchos momentos del día en la ciudad, y un largo etc.

 

Curiosamente, aunque se han hecho estudios para estimar el impacto positivo de los sanfermines en el crecimiento de economía, hoy es el día en que nunca se han calculado los costes totales reales que generan a las instituciones públicas más allá del presupuesto destinado a programación en la fiesta. Evidentemente, a este coste hay que añadir un alto gasto en reforzar la limpieza, la seguridad, pero también gasto sanitario, social, de infraestructuras para adaptar la ciudad a la fiesta….

 

En este contexto, es preciso señalar que del impacto positivo que en términos económicos genera la fiesta, la inmensa mayoría va a parar a negocios privados, siendo relativamente escaso el retorno económico generado para las instituciones públicos, casi exclusivamente a través de los impuestos al consumo. Además, hay que tener en cuenta que estos ingresos repercuten en la hacienda foral y que prácticamente nada va a parar a la institución que asume mayor gasto como es el Ayuntamiento de Pamplona.

 

Otro elemento a tener en cuenta es el impacto que tiene la creciente masificación de la fiesta en la calidad de la misma. Lo vivido este último año en algunos momentos (locales de hostelería a rebosar, largas colas en urinarios públicos, saturación de algunos servicios públicos…), especialmente el primer fin de semana, pone en cuestión si podemos seguir creciendo en afluencia de gente sin que afecte a la seguridad y calidad de la fiesta. ¿Cuál

es el límite para seguir reforzando la seguridad, la limpieza, y tantos y tantos servicios necesarios para el buen desarrollo de la fiesta? ¿Quién lo paga? ¿La ciudadanía de Pamplona casi en exclusiva? No parece justo si tenemos en cuenta las miles de personas de fuera de la ciudad que disfrutan de la misma.

 

Recientemente se aprobó en el Parlamento de Navarra una declaración que insta a Gobierno de Navarra que estudie la puesta en marcha de una tasa turística en Navarra. En ese contexto, desde el grupo municipal de Contigo-Zurekin de Pamplona-Iruña, hemos elaborado un borrador de proyecto que trasladaremos a nuestros socios de gobierno, para poner en marcha una tasa turística ecológica en el contexto de los sanfermines.

 

Se trataría de una tasa que se aplicaría, al menos, del 1 al 15 de julio, a acordar entre los grupos, pero planteamos entre 1,5 y 3 euros por noche de pernocta en función de la categoría y precio del alojamiento hotelero, camping, piso turístico…; y su recaudación iría a parar principalmente al Ayuntamiento de Pamplona para los gastos de limpieza, seguridad y sostenibilidad, y una parte a la Mancomunidad para asumir el gasto extra en gestión de residuos.

 

Estimamos que la recaudación podría ser en torno a los 1,2-1,5 millones de euros. Téngase en cuenta que el impacto económico de la fiesta se estima entre 80 y 100 millones al año.

 

Se puede alegar que esta tasa puede desincentivar la llegada de turistas, y eso tener un impacto económico negativo. Por lo que conocemos de otras experiencias de tasas similares, no es así. Difícilmente alguien que desea venir no lo va a hacer por tener que pagar entre 1,5 y 3 euros, cuando el gasto medio en la fiesta es de 100 euros por persona y día, según el último estudio municipal.

 

Además, si lo tuviera, entendemos que sería mínimo, lo cual puede redundar precisamente en preservar la calidad de la fiesta y contener la creciente masificación, a la vez que reduce el impacto ambiental que es el gran objetivo de esta tasa. Nos preocupa que, si sigue creciendo dicha masificación, los sanfermines pierdan parte de aquello que les hace singulares.

 

Invitamos a todos los grupos a estudiar la propuesta sin ideas pre concebidas. Creemos que la misma puede redundar claramente en una mejora tanto de la sostenibilidad de los sanfermines, como en la calidad de la propia fiesta, así como de los recursos disponibles para su mejor desarrollo.

 

Txema Mauleón

Concejal de Contigo-Zurekin de Pamplona-Iruña.