Tras anunciar que se declarará Lugar del Memoria este 2025, los Gobiernos de España y de Navarra deben firmar un convenio para, además, dotarle de un proyecto memorialista.

A juicio de la coalición, dicho proyecto debe ser consensuado con las asociaciones memorialísticas que llevan décadas trabajando en este enclave.

Contigo Navarra – Zurekin Nafarroa ha registrado una iniciativa parlamentaria para avanzar en el proyecto que dotará de un uso memorialista del Fuerte San Cristóbal. Tras el anuncio del Gobierno de España de que el Fuerte situado en el monte Ezkaba se convertirá en el 2025 en Lugar de Memoria, la coalición apuesta porque, además, se defina un proyecto memorialista para este espacio.

Carlos Guzmán, Portavoz Parlamentario de la coalición, ha señalado que la correlación actual de dos Gobiernos progresistas en el Estado y en Navarra es un buen momento para firmar el convenio de colaboración entre administraciones. “Es fundamental y urgente que los dos Gobiernos implicados culminen cuanto antes la negociación del convenio de colaboración para dotar de un uso memorialista al Fuerte de San Cristóbal. Las políticas públicas de memoria son el mejor antídoto frente a la barbarie y la sin razón, y en nuestra comunidad disponemos una instalación clave e inmejorable para proyectar esas políticas públicas de memoria a toda Navarra, al conjunto del Estado e incluso a Europa. Quien conoce la historia del Fuerte de San Cristóbal y de la fuga del 22 de mayo de 1938, sabe que éste no solo es un símbolo memorialista de Navarra, es y puede convertirse en un símbolo de las heroicas luchas antifascistas de este continente”, ha indicado Carlos Guzmán.

Contigo – Zurekin ha destacado la necesidad de que el proyecto memorialista del que se dote al Fuerte de San Cristóbal sea consensuado con las asociaciones. “Los Gobiernos deben sentar las bases jurídicas, administrativas y económicas que permitan dotar de un uso memorialista a esta instalación, pero deben consensuar un proyecto con las entidades que desde hace décadas vienen trabajando por recuperar su historia. Las administraciones públicas llegan con varias décadas de retraso a esta necesaria tarea, y es imprescindible que se escuche, se dialogue y se consensue con quien de manera militante y generosa ha liderado estos trabajos, ha indicado Carlos Guzmán.