Contigo Zurekin propone una moratoria a las plantas de biogás en Navarra

La coalición reclama desarrollar una legislación que planifique un despliegue sostenible de estas instalaciones.
Guzmán: “No podemos permitir que se usen como coartada para mantener la ganadería intensiva”
Contigo Navarra – Zurekin Nafarroa ha registrado en el Parlamento de Navarra una moción que pide declarar una moratoria a la instalación de plantas de biometanización o biogás en el territorio foral. La propuesta busca que no se impulsen nuevos proyectos hasta contar con un marco normativo sólido que garantice criterios de sostenibilidad ambiental, justicia social y equilibrio territorial.
El portavoz parlamentario, Carlos Guzmán, ha señalado que estas plantas pueden jugar un papel en la transición energética, “pero solo si se hacen bien”. Según ha explicado, “no podemos permitir que se conviertan en un simple parche verde para maquillar los impactos de la ganadería industrial, porque entonces estaremos agravando el problema en lugar de resolverlo”. La coalición subraya que, sin una regulación clara, estos proyectos pueden generar impactos negativos en el medio ambiente y en la calidad de vida de la población. “Hablamos de riesgos serios: contaminación de acuíferos, malos olores, elevado consumo de agua o emisiones de metano, un gas mucho más dañino que el CO₂. No se trata de frenar la transición energética, sino de garantizar que sea real, justa y respetuosa con el territorio”, ha señalado el portavoz parlamentario, Carlos Guzmán
La moción registrada recuerda que en Navarra existen proyectos que han generado una fuerte preocupación social por su impacto ambiental, su consumo de agua, los posibles malos olores y el riesgo de contaminación de acuíferos. Guzmán ha advertido de que “sin una regulación clara, estos proyectos solo van a beneficiar a grandes empresas, dejando atrás a las comunidades locales”.
Contigo Zurekin considera urgente paralizar nuevos proyectos hasta contar con un reglamento que ordene el sector, incluyendo un mapa actualizado de la contaminación del suelo y el desarrollo normativo pendiente de la Ley Foral de Cambio Climático. “Es de sentido común”, ha resumido Guzmán. “Necesitamos una transición ecológica justa y democrática, que ponga la vida y el territorio en el centro”.