Contigo Zurekin reclama señalizar el aeródromo de Ablitas como espacio de memoria del trabajo esclavo franquista

Contigo Zurekin reclama señalizar el aeródromo de Ablitas, construido con trabajo esclavo franquista, como espacio de memoria.

La coalición reclama al Instituto Navarro de la Memoria y al Ministerio de Defensa que reconozcan el origen histórico de la infraestructura y que se instalen elementos interpretativos sobre el uso de mano de obra forzada.

 

En Navarra más de 15.000 personas fueron obligadas a realizar trabajos forzados durante el franquismo.

Contigo Navarra – Zurekin Nafarroa  ha presentado una iniciativa en el Parlamento de Navarra para que el Gobierno foral actúe junto al Ministerio de Defensa. La coalición propone instalar en el entorno del Aeródromo Militar de Ablitas los elementos de señalización e interpretación que recuerden su construcción mediante trabajo esclavo durante la dictadura franquista.

La coalición recuerda que la Ley Foral de Memoria Histórica de Navarra y la Ley Foral de reconocimiento y reparación de las víctimas del golpe militar de 1936 obliga a señalizar las obras construidas con mano de obra esclava, y hacerlo en colaboración con el Ministerio de Defensa. “Sin embargo el aeródromo”, explica Carlos Guzmán portavoz parlamentario, “aunque está incluido en la red de espacios de memoria del Instituto Navarro de la Memoria, no dispone aún de ningún elemento de interpretación que explique su origen.”

Contigo Zurekin recuerda que en Navarra miles de presos políticos fueron obligados a trabajar en condiciones inhumanas en la construcción de carreteras, fortificaciones y obras públicas. “El deber de las instituciones es reconocer su sufrimiento y garantizar que la ciudadanía conozca esa parte de nuestra historia”, señala Carlos Guzmán, portavoz parlamentario.

“El reconocimiento público de estos espacios es una cuestión de dignidad y justicia. Recordar el trabajo esclavo dignifica y repara a las víctimas y fortalece una democracia que se asiente sobre la verdad, la justicia y la reparación”, concluye Guzmán.